El capitalismo como condición objetiva de subsistencia, surgió con fuerza a escala mundial cuando los grandes avances de la ciencia, puestos al servicio de los medios de producción, dieron origen a la aparición del mercado mundial. El aumento de los niveles de producción, la ampliación de los mercados a escala planetaria y el consumo de esos productos fue el inicio de un proceso de expansión.
Para sostenerlo en el tiempo, fueron apareciendo nuevos dispositivos.
Una vez saturados todos los posibles mercados apareció la publicidad, dispositivo sutil que sabe explotar la contradicción inherente al ser humano, necesidad-satisfacción, donde la necesidad es interna y el objeto de satisfacción es externo. Se trata de una internalización natural producto del proceso de desarrollo del sujeto desde el mismísimo momento de su nacimiento. Pensemos en el recién nacido que experimenta una sensación de displacer, y al recibir el pecho materno satisface esa necesidad de equilibrio que le demandaba su organismo desde su interior.
Este registro internalizado de la condición humana es aprovechado por los medios de producción de bienes y servicios, siendo reforzados por la publicidad.
Desde hace décadas el ser humano en general, paso a ser, para los medios de producción capitalista, un objeto a convencer, dándole el nombre técnico de consumidores y es a quienes, por medio de la publicidad se los somete a una sutil internalización de necesidades que en muchos de los casos, el llamado consumidor no tenia, y que analizado objetivamente tampoco necesitaría.
Por otro lado, tampoco podemos negar que muchos productos que se han impuesto y se imponen por este mecanismo, han sido y serán mejoradores de la calidad de vida de los consumidores.
Lo concreto es que ese patrón de consumo que se impuso en la sociedad moderna y posmoderna, fue el que simplifico la inserción social a nivel mundial, como un objeto de consumo. al que podemos generalizar con el nombre de droga.
Esa asociación por parte de los consumidores de droga es lo que explica como la penetración mundial se logra sin necesidad de acciones directas como la de los productos legales. Los carteles del narcotráfico no necesitan publicidad explicita que actué sobre las necesidades de satisfacción de los consumidores. Hoy la venta ilegal de drogas se lleva adelante con una oferta pasiva. Las redes de tráfico solo se limitan a poner al alcance de los consumidores su mercancía, en determinados lugares de venta. Es decir que se limitan a satisfacer la demanda que se genera por otras vías.
Podríamos pensar que si esas otras vías desaparecieran, desaparecería la demanda y con ella caería la penetración en el mercado.
La cuestión es que en un mundo globalizado y capitalista, donde las decisiones de los que ejercen el poder se toman en función de la rentabilidad del negocio y siendo el narcotráfico uno de los negocios que mas rentabilidad obtiene después de la venta de armas ¿Existe la posibilidad de modificar la situación o hay que entregarse mansos y entregar a las futuras generaciones?
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