Parte de la entrevista a Martin Insaurralde en Tiempo Argentino
–La seguridad es uno de los ejes centrales de la política bonaerense. ¿Qué propuestas aporta usted a la discusión?
–Lo veníamos pensando con Cristina y acordamos que íbamos a ocuparnos de
la seguridad por nuestra responsabilidad como municipio, más allá de
que no era nuestra obligación. En materia de seguridad lanzamos el
Sistema Integral de Seguridad con la presidenta, que implica destinar el
10% de inversión del presupuesto municipal, 75 millones de pesos, a 100
patrullas municipales, 50 efectivos entre retirados y civiles, un
sistema de monitoreo que cubre bares, centros comerciales, 25 corredores
escolares con 50 escuelas públicas y unidades sanitarias. Es un sistema
integral de alerta que monitorea a través de 600 cámaras, de las cuales
ya están funcionando la mitad, en el que interviene la Gendarmería, la
Policía de la provincia, la propia fuerza municipal, ambulancias y
bomberos que trabajan entrelazados. También tiene un sistema de alarma
en todo el transporte público, que abarca a más de 300 micros locales y
más de 600 micros escolares conectados a este sistema. Intervinieron
toda la sociedad, los foros, los centros de jubilados, los centros
comerciales, las cámaras empresariales. Hemos dotado de infraestructura
con iluminación y asfalto en los ingresos y egresos a Lomas y puestos de
seguridad, es un esfuerzo de los vecinos.
–Pero hay cuestiones de seguridad que exceden a una política municipal...
–No va a haber seguridad que podamos dotar a este municipio si no hay
justicia. Sabemos que hay gran parte de la justicia que trabaja bien,
pero sabemos que hay grupos minoritarios, tanto desde fiscalías o
jueces, que fallan. Por más ganas que tenga el Poder Ejecutivo, en este
caso el municipal, de resolver el problema de la seguridad, si no se
tiene una justicia presente que tenga el mismo compromiso, no lo vamos a
resolver. Por eso esta es la gran apuesta de Cristina en uno de los
puntos de la democratización de la justicia, para transparentarla y
hacerla más dinámica. Y esto tiene que ver con haberle perdido el miedo a
la política en relación a cada una de las corporaciones, en este caso
la justicia. Todos los que viven en Lomas de Zamora saben quién soy,
dónde vivo, qué hace el municipio y cuáles son los servicios que pueden
ser deficitarios. En cambio, en el ámbito de la justicia, la gente no
conoce a los jueces, cómo van las causas, por qué entra un delincuente
por una puerta y sale por la otra, cuáles son los fallos. No está mal
que todos los habitantes sepan cuáles son los jueces, cuáles son sus
dictámenes y si sale una persona y vuelve a delinquir y mata, los
vecinos tienen que poder saber quién fue ese juez. Me parece que está
muy bueno que los ciudadanos puedan elegir a los miembros del Consejo de
la Magistratura. Nos hemos puesto muy fuertes en Lomas de Zamora a
trabajar para consolidar la democratización de la justicia para
vincularlo con la seguridad. Es muy fácil decir que quieren democratizar
la justicia para manejarla cuando en realidad lo que se quiere hacer es
una reforma integral para lograr la ampliación de derechos que en la
Argentina se viene dando en esta última década. Cuando hablamos de
igualdad de oportunidades para todos es porque queremos que hasta el
ciudadano más pobre tenga acceso a la justicia. Hay que demostrarlo con
hechos. Los cambios de la ley que impulsa la presidenta forman parte de
esta transformación estructural que hace que la política conduzca los
destinos del país a través del voto de los ciudadanos y no las
corporaciones.