domingo, 24 de abril de 2011

¿Que pasa si se comprueba que una privatización no fue legitima?

Los ultimos años hemos asistido a una lenta recuperación del estado, comenzando a ocupar los espacios que habia abandonado y volviendo, con mucho esfuerzo, en su lucha contra todos los instrumentos de poder que acechan a la real democracia.
Alguna vez nos habian internalizado la idea de que si no pagabamos la deuda externa, sin discutirla, nos caeriamos del mundo. Esa internalización nos habia convertido en sujetos acriticos que festejabamos cuando quienes decian que nos representaban, obtenian un perdon del poder financiero por no llegar a cumplir sus imposibles metas y nos otorgaban otro prestamo que salia como buena noticia en los diarios como clarin y la nacion.
Tuvo que llegar como polizonte a la presidencia, un flaco que escondió sus convicciones hasta que construyó un poquito de poder y ahi fue cuando nos fue convenciendo a todos y todas que nunca debiamos sentirnos menos. Renegó de la deuda que los anteriores representantes de nuestra patria habian suscripto con la usura internacional. Era tan evidente la tramoya que se tuvieron que rendir ante la evidencia.
Ese aprendizaje, nos quedó para siempre.
Nunca menos.
Hoy una empresa internacional como Techint que dice ser Argentina, se opone a cumplir nuestras leyes. Tal vez, esas empresas que son estrategicas y eran nuestras y fueron tomadas por los privados, en maniobras que aun no se han investigado, siguiendo la misma logica de revisión de la deuda externa, podamos arribar a conclusiones similares.
Si se comprueba que el estado argentino, por intermedio de sus representantes, incumplio con los deberes que la constitución y la patria les demanda, puede ser la justicia independiente la que nos devuelva las empresas estatales que pudieron haber sido privatizadas en procesos perfectamente invalidables.
Asi como un asesinato descubierto despues de unos años no le da libertad al asesino, una privatización con vicios de corrupción donde los privados pudieron ser actores intelectuales junto con delincuentes que cumplian funciones para el estado, puede ser anulada y eso seria justicia.
Tal vez este proceso de discusión entre el estado presente y los privados entramados en infinidad de sociedades anonimas e inconfesables, termine en donde empezó, pero no de la misma manera.
Tal vez en los próximos 4 años asistamos a la recuperación de las empresas estatales que son estrategicas para un pais que pretende independencia economica, soberania politica y justicia social

sábado, 23 de abril de 2011

Una carta a Vargas Llosa

Muchas expectativas me habia generado la llegada de Vargas Llosa a nuestro país. Desconocido para mi porque nunca lei sus obras; el hecho de ser premio novel y sus manifestaciones previas a su llegada, donde asumia una posición que resonaba favorablemente en los oidos de los opositores del modelo que recorre nuestra patria desde 2003; a mi que me defino como Kirchnerista de la primera hora(porque lo voté en el 2003)  me generaba mucha curiosidad su llegada y  sus definiciones.
Escuche toda su exposición y el reportaje amigable al que fue sometido por sus anfitriones.
Debo reconocer que muchas partes de su discurso me resultaron agradables,  mostraron a un nobel, humano, que reconoció el peso de ese premio que lo obliga a decir y ser lo que el establishment que lo ha premiado espera de usted.
En muchas de sus respuestas, refiriendose a sus obras dijo que sus novelas son ficciones que elabora desde verdades y mentiras que se desarrollan en el campo de sus relatos y que de ninguna manera tienen el rigor cientifico y de investigación que un periodista debe tener a la hora de analizar o criticar la realidad.
Semejante confesión, lo exime de cualquier exabrupto de sus interpretaciones de la realidad en cualquier parte del mundo. Vargas Llosa, lo dijo en reiteradas oportunidades a quien lo haya querido escuchar, confesó que el vive su vida entre la realidad y su mundo imaginario gracias a lo cual alcanzó el premio que tal vez bien merecido tenga.
Me tranquilizó su definición casi en cadena nacional de lo que para usted es un liberal, cuando lo escuchaba, me senti muy cerca, defendiendo las libertades individuales de las personas, sus derechos humanos y tantas cosas que lo hacen parecer buena persona. Digo parecer, porque no lo considero un ignorante, debe tener claro que intereses defiende y representa. Si fuese un liberal, podria haber aceptado la invitacion y explayarse sobre las cuestiones que en nuestro pais hoy se debaten y un verdadero liberal, según su definición, no hubiera obviado.
Un liberal según la definición que dió, no podria callar los delitos de lesa humanidad que cometen los apropiadores de hijos, dueños de multimedios argentinos. Al menos su reticencia a someterse a la justicia. Un liberal como se define, no podria callar el derecho a que la ley sancionada por el congreso sobre los derechos y obligaciones de los dueños de medios se cumpla inmediatamente. Un liberal como usted se define deberia estar de acuerdo en que un socio con acciones de una empresa privada, pueda exigir se le otorguen los beneficios de las ganancias reales del ejercicio anual, mas aun si ese socio es el estado y las ganancias del mundo liberal, pueden contribuir a la mejora de las condiciones de vida de los jubilados y trabajadores de un pais que se define igual de liberal que Vargas Llosa.
Los hechos justifican lo que fueron discursos, si el discurso, va de contra con los hechos, eso es solo cinismo, puesta en escena y nada de realidad objetiva.
Ahora comprendo por que el señor Vargas Llosa se transformó, tal vez sin quererlo, pero asumiendo el rol que los premiadores (apropiadores desde su premiación) le otorgaron con el premio, en la herramienta circunstancial y efimera que la derecha "liberal" si de economia se habla, utilizó para tres dias de la vida de nuestro país.
Desde este metro cuadrado que es mi blog, desde donde despunto el vicio de escribir, lejos, muy lejos de las capacidades de un Vargas Llosa, sin lugar a dudas y después de escuchar su reportaje acordado, me siento mucho mas libre, mucho mas liberal que ese señor que actua para sus premiadores. Lo respeto por sus saberes, lo respeto por sus confesiones de ser humano, pero no lo respeto por haber dejado de ser, quien sabe cuando, ese liberal que define en su relato.
Tal vez como lo dijo hasta el cansancio, usted cuenta una novela que no tiene obligación de ser la realidad. Creo que esa fue su velada confesión que ningún medio hegemónico va a tomar como valida.

jueves, 21 de abril de 2011

Mi único héroe


 


 


 sacado de http://mendietaelrenegau.blogspot.com/2011/04/mi-unico-heroe.html
 
 





Trabajo en el Estado, en un programa con un potencial enorme creado por Néstor en el 2003. Haga lo que haga, cobro mi sueldo a fin de mes. Elijo al Estado una y ml veces, no sólo por la disciplina que elegí, también por compromiso, porque creo que es desde ahí, porque está en juego algo mucho más importante que cada uno de nosotros. Estoy a disposición, quiero que me "usen", hacer política gestionando, llevar al Estado Nacional a esos pueblos donde hace demasiado que no llega. Y es frustrante, no sabés cuánto, cuando ves que de quienes depende esta decisión están demasiados ocupados en su quiosquito, en ver cómo hacen para acomodarse mejor en la próxima gestión, encandilados con un fósforo. Soy una técnica, desesperada por aportar mi granito de arena en esta construcción, con lo mejor que puedo dar que es mi trabajo y no estoy al servicio de un particular deseoso de acumular poder, sino de un proyecto de Nación, apostando por una gestión pública comprometida.
L.

El héroe kirchnerista no lleva un fusil bajo el brazo. Repitan conmigo: no lleva un fusil bajo el brazo.


El héroe kirchnerista intuye, e intuye porque sabe de sus limitaciones, que no hay más revolución que un reformismo consecuente y obstinado. Y entonces sube las escaleras de a un escalón aunque le sobre aire para hacerlo de a dos. Pero el héroe kirchnerista quiere ganar maratones y cuida el aire.

El héroe kirchnerista coquetea con la épica, pero –sin saberlo, sin notarlo- construye una lírica un tanto desafinada. Humana. Concreta. No hay sinfónicas, pero hay muchas orquestas típicas dando vueltas en sus territorios.

El héroe kirchnerista no es ministro, ni secretario de Estado, pero querría serlo y capaz, incluso, lo es. Porque sabe que es en el Estado, en la administración, en los pasillos grises de los ministerios, en los achatados organigramas de provincias y en las oficinas con tubos de neón de las municipalidades, que se hace carne el sentido humildemente trascendente del hacer política. No es ministro, ni secretario de Estado, ni director ni consejero escolar y no los envidia. No los envidia porque quiere creer -y porque quiere creer entonces cree- que forma parte de un colectivo y porque se siente representado, a veces mejor, a veces peor, pero representado, por la conducción política que hubo y que hay. No los envidia. No envidia el supuesto glamour de las primeras líneas, los choferes y los mozos que te traen café, pero está dispuesto a serlo y a pelear para serlo. No tiene miedo de marearse en las alfombras y las pisa y si es necesario las llena de barro para tapizar de asfalto y de cordones donde había zanjas y pastizales.

El héroe kirchnerista no tiene ni buena ni mala prensa. Es anónimo aunque a veces sale con su nombre en las revistas y en los zócalos de los noticieros. Le gusta verse criticado donde es bueno que lo critiquen. Y le gusta más verse querido donde es bueno que lo quieran.

El héroe kichnerista puede estar en un barrio, en una fábrica, en una universidad, en un barco, en un camión o en un avión. O en una bicicleta. Pero se mueve. Transita. No se ata a lo dado ni a fórmulas matemáticas o determinismos históricos. Es flexible. Se adapta. Transforma y se transforma.


El héroe kirchnerista entiende bastante bien esa discusión menor de café entre peronismo y progresismo. Se ríe, chicanea para un lado y para el otro según quien tenga enfrente, pero sabe que eso no tiene ninguna trascendencia real en la realidad. Y el héroe kirchnerista todas las mañanas reza para no perder nunca el roce con su amada y odiada realidad mientras lee el Boletín Oficial.

El héroe kirchnerista corre el riesgo de dar malas respuestas pero tiene el gusto de hacerse buenas preguntas. Asume el peligro de preguntarse y de aprender de la práctica a diferencia de aquellos que se responden con las teorías y se preguntan con los espejos.

El héroe kirchnerista se conmueve con el pasado, lo honra y lo respeta. Pero ha decidido que ya hubo demasiada oscuridad como para enarbolar consignas que idolatren la muerte. Por eso no está dispuesto a dar la vida, sino a vivirla en una comunidad que viva mejor. Por eso, el héroe kirchnerista es profundamente democrático y gusta de ganar elecciones.

El héroe kirchnerista aprendió a no temer al poder a costa de no tenerlo. Y también sabe que el poder no es uno solo ni está en un solo lugar. Por eso se mueve, olfatea y se manda en su búsqueda. Sabe que, para cambiar lo que quiere cambiar, necesita construir poder. Y le gusta construirlo porque le gusta que las cosas cambien.

El héroe kirchnerista se equivoca. Se tropieza. Duda. Cae. Se levanta y se vuelve a equivocar las veces que haga falta. Es humano. Tiene las contradicciones, las miserias y las maravillas de todo ser humano. Ama, odia, desea, baila, sueña, sufre. Como todos. Porque el héroe kirchnerista es héroe en tanto es uno más de los muchos. Y por eso acepta que hay otros que son otros y que lo constituyen.

El héroe kirchnerista aprende y debe seguir aprendiendo que una cosa es la contrucción partidaria y otra diferente es la construcción en y de un gobierno. Sabe que las dos son construcciones políticas pero que una cosa es el partido y otra el Estado. Y es inteligente para intentar no confundirlas. Y que cuando estás en el Estado tu misión y tu responsabilidad militante es mayor, más compleja. Superior.

El héroe kirchnerista aprendió de leyes, de decretos, de burocracias y de morosidades estatalistas. Y es tanto más héroe cuanto más mueve los herrumbrados mecanismos que le dan cuerda a la administración. Y tiene la argucia y el tino de no ir ni más lento ni más rápido que lo estrictamente necesario para que el mecanismo gire sin romperse. Pero avance.

El héroe kirchnerista a veces no es kirchnerista. Y es radical, o socialista, o comunista o nada. Entonces otro héroe kirchnerista debe saber encontrarlo, escucharlo y aprender de él. Y sumarlo.


El héroe kirchenerista, enemigos, no lleva un fusil.

El héroe kirchenrista, amigos, lleva, bajo el brazo, un expediente. O un acta de constitución de una cooperativa. O una libreta donde están las vacunas para cobrar la AUH.

Hay muchos. Y vamos a necesitar muchos más héroes kirchneristas. Porque nunca sobran. 
Y porque todo, aún, está por hacerse mañana.

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100 % Kirchneristas

miércoles, 13 de abril de 2011

100 menos 40, en politica no es 60

 
La democracia en su mejor momento.
 
Asistimos a la mejor expresión de la Democracia de nuestro país, tal cual lo define la etimología de la palabra (gobierno del pueblo). Tal vez esa sea la causa básica que haga emerger las dificultades es que se evidencian en los espacios naturalmente antidemocraticos que forman parte de entramados politicos que distan de ser un movimiento y en otros casos de partidos de los que solo les esta quedando sus fracturas internas, lo que los convierte en partidos (por las partes)no politicos; pasando a ser agrupaciones que en algunos casos y por el lugar mediatico y dirigencial que ocupan, ensayan casi a diario algún guión de actuación dirigido por estructuras marketineras o mediaticas que si hay algo de lo que reniegan es del gobierno del pueblo, es decir reniegan de la democracia real.
Asi se explican las apariciones espasmodicas de un Macri que ensaya una invitación a formar un agrupamiento util y a medida del establisment del cual algunos como el forman parte y otros son sus empleados encubiertos.
La democracia ha madurado esto ultimos años a pasos agigantados, es impensable en la Argentina de hoy que un sujeto como Macri pueda ejercer nuevamente un cargo ejecutivo. Una fuente allegada y muy confiable, confiesa que está esperando el final del mandato constitucional para poder salir de la politica.
El y muchos de su condición, están intentando la formación de un frente, para que la derrota individual de cada uno de los integrantes del mismo no sea lo que dice la realiad y los obligue a retirarse de la politica definitivamente.
Si Cobos se presentara como candidato sin el apoyo de un frente, sacaria no mas de 5 puntos
Si Carrio se presentara sola su cauda de votos no llegaria ni a a mitad de los de Cobos.  Si Duhalde fuera solo como candidato del PJ federal, ganaria solo en San Luis y nunca llegaria a dos digitos del total de lo votos. Idem por supuesto Rodriguez Saa.
Felipe Sola, ya sabe que solo no vale la pena seguir actuando
El hasta hace poco funcional a la derecha, Pino Solanas, se debate entre traicionar a Lozano, sacandole la postulacion en la ciudad o resignarse al 3% que el pueblo le piensa regalar a su proyecto de tercera posicion.
Alfonsin es el que mejor la lleva porque tiene la estructura de lo que fue un partido y la tradición internalizada de lo que supo ser el radicalismo para algunos argentinos. Pero esa internalización historica del partido y su semejanza fisica con su padre no le alcanza para que el pueblo le confie semejante responsabilidad.
El oficialismo està demostrando que tiene un piso de 40 % de los votos y eso no significa que el 60 % restante le va a votar en contra.
Los opositores lo saben y quieren evitar tener que reconocer derrotas que impliquen ser despedidos de la politica.
Hoy y gracias a esta nueva democracia, muy distinta de la que se desarrolló hasta el 2003, estamos mas cerca que nunca del famoso "que se vayan todos". Los politicos a los que les molesta la democracia real, lo saben, intuyen que las proximas elecciones pueden significar una masiva despedida de indeseables sujetos politicos que han colaborado por convicciones o por comisiones para que el status quo se mantuviera. Por suerte la historia nos regalo un presidente en el 2003 que cuando llegó al cargo, inició el trabajo de empezar a empardar el juego, Cristina siguio y seguirá en la misma linea. Son muchas las peleas que aun hay que dar, pero estamos mucho mas fuertes como pueblo y como región.
 

miércoles, 6 de abril de 2011

consumismo vs Paka Paka

  Roberto Samar discute acerca de la oferta de los medios de comunicación destinada al público infantil, el aporte que hace PakaPaka y la necesidad de que esa señal esté efectivamente al alcance de todos.

Por Roberto Samar *

Los discursos consumistas de los medios masivos de comunicación inciden en la imagen de la realidad social. Los mensajes, a largo plazo, van construyendo el soporte de los futuros deseos y fantasías.

El estudio de la relación entre los productos de entretenimiento para chicos y el consumo no es nuevo. En el libro Para leer al Pato Donald, de Ariel Dorfman y Armand Mattelart (1972), se analizaban los discursos que circulaban en las historietas de las revistas de Disney; y se señalaba que en el mundo de Walt "cada palabra es publicidad de una cosa o un personaje, se vive la compulsión del consumo intenso".
En el mismo sentido, los autores sostenían que "no podemos entender cómo esta obsesión por la compra puede hacerle bien a un niño, a quien subrepticiamente se le inyecta el decreto de consumir y seguir consumiendo sin que los artefactos hagan falta. Este es el único código ético de Disney: comprar para que el sistema se mantenga, botar los objetos y comprar el mismo objeto, levemente diferenciado, mañana".
Esta situación se graficaba en las viejas revistas del Pato Donald, donde el lugar común de las historias era la acumulación de dinero, la idealización del terrateniente o del banquero, llegando hasta la fantasía de comprar una isla.
En la actualidad, los programas de entretenimiento para chicos no tienen la cultura consumista explícita que denunciaban Dorfman y Mattelart, pero sí contienen una saturación de publicidad que los atraviesan. Mientras los chicos miran un tierno dibujito, asocian la felicidad al consumo de objetos. Ven niños contentos y felices a partir de que tienen un Playmobil, una Barbie, una computadora, un juego para hacerse trenzas o una película.
Como señalan Santiago González Bienes y Gustavo Gaccetta, licenciados en psicología y especializados en infancia, los "niños se van haciendo cada vez más 'dependientes' de los objetos. La falta de éstos se vuelve terrible, insoportable e intolerable. Pero detrás de estas demandas concretas, lo que el niño pide es amor, y lo que el paradigma actual le ofrece son cosas".
Este paradigma de estímulos permanentes para la obtención de objetos se puede ejemplificar en la programación de Play House Disney, en la cual en una hora un chico llega a recibir el estimulo de comprar 16 productos mediante publicidades y recibe 21 promociones de los programas de la señal. Es decir que si un niño ve dos horas diarias de dibujitos en este canal puede llegar a recibir en un mes más de 960 estímulos de compra de productos y de 1260 promociones de programas.
Esta problemática se complejiza en los niños de entre dos y siete años, a los cuales van dirigidos muchos de los productos de Disney, ya que son más permeables a las influencias televisivas, encontrándose en el estadio preoperacional, donde aprenden cómo interactuar con su ambiente mientras desarrollan aspectos esenciales de su personalidad.
Cabe aclarar que esta situación no se da sólo en las producciones de Disney, sino que es una constante en la mayoría de la oferta televisiva de los niños, lo cual complejiza aún más el panorama, ya que hace prácticamente de la publicidad un lugar común.
En ese contexto de hiperestimulación consumista y como si fuera un contrapunto, el Ministerio de Educación de la Nación desarrolló el primer canal educativo y público para todos los chicos y chicas de Argentina y de América latina: la señal Paka Paka, el poder de la imaginación. La propuesta, que tiene fines pedagógicos y no comerciales, consiste en una nueva señal infantil con contenidos orientados a educar y a entretener, abierto a la cultura de todos los sectores de nuestro país y a distintas expresiones del globo.
En ese sentido, Paka Paka contempla producciones de alta calidad que respetan los derechos humanos, estimulan la creatividad e imaginación, promueven la diversidad, la inclusión y fundamentalmente no contienen publicidades; por lo cual no promueven la asociación de la felicidad con la posesión de objetos.
Esta señal es de todos, la financiamos entre todos. Sin embargo, no es accesible plenamente, ya que algunas empresas, como Cablevisión y DirecTV, no permiten que se incorpore en su grilla, admitiendo sólo el acceso a las señales que persiguen fines comerciales.
A partir de lo analizado: como ciudadanos, como padres y como profesionales de la comunicación debemos exigir que se garantice el derecho de nuestros hijos e hijas de acceder a esta señal infantil educativa y pública, ya que en esos consumos audiovisuales también se está construyendo nuestro futuro y las formas que tendremos de ver el mundo.


* Licenciado en Comunicación Social. Docente UNLZ.


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viernes, 1 de abril de 2011

El loco Dorrego


 

En el panteón de los próceres, Manuel Dorrego aún no encontró su lugar. Repudiado por la historia liberal y dejado de lado por el revisionismo, la figura del caudillo federal sencillamente no encaja en los parámetros de la historiografía argentina porque encarna el cruce de dos paralelas: liberal, pero nacionalista; federal, pero porteño; ilustrado, pero popular; nacionalista, pero democrático y republicano; localista, pero profundamente americanista, bolivariano y sanmartiniano.
Olvidó que fue el primero en cruzar los Andes con un ejército libertador. Que sin su intervención, Belgrano no hubiera ganado las batallas de Salta y Tucumán y tampoco hubiera perdido Vilcapugio y Ayohuma. Que fue el verdadero creador de la guerra de guerrillas en Salta. Que fue desterrado por Pueyrredón por resistirse a que el Imperio portugués invadiera la Banda Oriental. Que estudió el sistema federal norteamericano y a su regreso se convirtió en el primer líder nacional y popular de la Argentina. Que fue el acérrimo enemigo de Bernardino Rivadavia y que finalmente fue fusilado en Navarro por Lavalle y se convirtió en la primera víctima mortal de un golpe de estado unitario.
El periodista Hernán Brienza rescata con pasión y rigurosidad la tradición perdida del último revolucionario de Mayo, que aun olvidada, signó para siempre la historia de la Argentina.