jueves, 19 de febrero de 2009

Argentina Siglo XX

La primer huelga había terminado con la firma de un acuerdo que cubría las expectativas de los obreros del sur patagónico, tierras dura donde abundaba el trabajo en condiciones miserables, tierras de pocos dueños que lograron amasar fortuna e influencias ilimitadas al punto que fueron capaces de crear todas las condiciones para desatar una de las grandes masacres de obreros que registra nuestra historia, aunque no la única.
Al poco tiempo, la insatisfacción de los dueños de la tierra sobre el acuerdo firmado, el incumplimiento de la palabra acordada con los obreros hizo que nuevamente se tensara la situación.
La segunda huelga no tardó en declararse, los obreros, gracias a inmigrantes que traían conocimientos del viejo mundo, empezaron a entender y querer diferenciar el trabajo de la semiesclavitud, comenzaron a ver como la manipulación de los sucesos podía generar clima para ciertas cosas, comenzaron a organizarse y eso los hizo a los ojos de los poderosos, como peligrosos, como subversivos.
En esa época ya existía un diario en Buenos Aires que supo manipular la información. Ya en ese tiempo era importante la comunicación, para informar, organizar y forjar otra realidad mejor dicho, mantener la realidad anterior a la primera huelga. Para ello era necesario la difamación del adversario, por todos los medios posibles, generar las condiciones para que la “opinión publica” de Buenos Aires la comprara, el presidente de la Nación se sintiera presionado a avalar los reclamos de los dueños de las tierras y el ejercito funcional a los intereses de los anteriores, interviniera con mano dura pasa sofocar un reclamo sectorial que se vendía en Buenos Aires y en algunas metrópolis de la época, como un intento anarquista de toma del territorio.
El final fue la muerte, la desaparición de todos los obreros que pedían reivindicaciones justas para la época e irrisorias para el presente.
En el medio y desde el poder, traiciones de sindicalistas de Buenos Aires, de políticos que miraron para otra parte, de fuerzas policiales que actuaron como mano de obra de los dueños de la tierra atacando al pueblo como a un enemigo.
El cierre se lo dejaron para un regimiento del ejército Argentino que se encargo de los fusilamientos y de las fosas comunes.

Esto sucedió en el año 1921 en nuestra provincia de Santa Cruz
Resumen de Fuente: La Patagónica Rebelde de Osvaldo Bayer


Los años pasaron y nos encontramos en noviembre del 2008. Cuantos Deyavú tiene nuestra historia. Cuantas veces se repitió la metodología de pasar por las armas a los que pensaban distinto, a los que querían cambiar una realidad injusta para la mayoría, a los que reclamaban derechos por pertenecer a la misma raza aunque no a la misma clase.
Hoy como ayer algunos dispositivos están más vigentes que nunca, si en aquel entonces un par de diarios capitalinos manejaban la “opinión publica” hoy como multimedios que mezclan sus intereses comerciales con el poder financiero y terrateniente, los medios de comunicación son el cañón de los poderosos y sus generales de turno algunos devenidos a periodistas.
Otras organizaciones siguen presentes com ayer, ni su nombre fue cambiado como la Sociedad Rural.
Ya no están los viejos máuser para meter bala, pero el mercado y sus operadores son su reemplazo.
También siguen vigentes las familias de entonces tal vez no tan visibles para el hombre común, pero unidas en los acontecimientos donde revalidan sus lazos, tan bien observado por distintos periodistas.
A continuación transcribo una nota periodística a modo de prueba:

En las buenas y en las malas

Por Deborah Maniowicz
Revista
Ventitres del 28/ de agosto de 2008

Y un día los hombres mas
cuestionables de la historia Argentina compartieron las paginas de los
diarios y revelaron què es lo que los une . Ocurrió en la semana del 20 de
agosto y fue el resultado de la muerte de Elvira Bullrich, la esposa de José
Alfredo Martínez de Hoz, ex ministro de economía de la ultima dictadura militar.
Es que a pocas horas de su fallecimiento, los teléfonos de la sección avisos
fúnebres de los Diarios La Nación y Clarín no pararon de sonar. Eran los amigos
de Joe, como lo llamaban a Martínez de Hoz, que querían agasajar a su líder. Y
que provocaron un fenómeno llamativo Las necrologicas ( mas de 250) se vieron
colmadas de apellidos ilustres en memoria de Doña Elvira.
Aunque claro, el
denominador común de los amigos no recaiga en sus contribuciones al progreso
nacional sino, mas bien, en manejos poco claros y un acelerado crecimiento
empresarial en tiempos en que Martínez de Hoz comandaba la cartera de Hacienda.
Una época cargada de torturas y asesinatos así como favores políticos de Joe (
acusado de participar en la desaparición del empresario Juan Carlos Casariego) a
banqueros, PYMES y familias afines a la dictadura.
Muchas de las cuales
retribuyeron gentilezas con freses
diversas:
·
“Juan Carlos y Miriam Bagò abrazan con cariño a Joe”, expresó uno de presidentes
del
laboratorio
·
“Elena Lynch y Mariano Grondona acompañan con cariño a Joe” escribió el
periodista.
·
Jorge Zorreguieta, el papá de la princesa Máxima comunicó que “ acompaña a la
familia Martínez de Hoz con todo su cariño”
A la lista de dolores compartidos
se sumaron los propietarios de la empresa de calzado Grimoldi, los de la
librería Yenny y El Ateneo, la familia Blaquier y hasta Metrogas. Compañías que
gozaron de buena salud durante el proceso, al expandir sus negocios de la mano
de un ministro que cuadruplico la deuda externa y hasta defendió “los
procedimientos aplicados para defendernos de los terroristas”
En los últimos
meses Martínez de Hoz, de 83 años, hizo apariciones fugaces en medios gráficos.
No perdió sus mañas, reivindico a Jorge Rafael Videla y se quejo porque no
reconocieron su esfuerzo” por cambiar la mentalidad económica del país.
Sus compañeros en el poder respondieron y expresaron su apoyo en este triste
momento. Figuran en los diarios los nombres de Albano Harguindeguy, ex ministro
del interior, Juan Alemann, ex secretario de hacienda y Manuel Solanet que
manejó las finanzas en la guerra de Malvinas y fue el numero dos del ex ministro
Roberto Alemann. En el medio, un apellido se coló tan fácil como el famoso
pituto, Horacio Garcia Belsunce, padre de María Marta ( que fue asesinada en el
country Carmel en 2002) y que oficiara de asesor legal del ex ministro, despidió
a Elvira y acompañó “ a Joe y a sus hijos”.
Como Garcia Belsunce, Mariano
Grondona también hizo referencia a los herederos de Martínez de Hoz. El gesto no
es casual, sus hijos comparten estudio jurídico Una relación no desmentida a
diferencia de lo que hizo el ex secretario de agricultura Zorreguietta, quien
tiempo atrás aseguro no tener vínculos con sus compañeros de la época de plomo
para intentar asistir al casamiento de su hija con el príncipe Guillermo de
Holanda.
Quizás Joe, tras la muerte de su esposa encuentre un consuelo, su
poder de lobby parece estar intacto. Amigos son los Amigos

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