viernes, 29 de mayo de 2009

HOMENAJE AL PENSAMIENTO NACIONAL. Raúl Scalabrini Ortiz

Por Oscar Mito Costa

El 30 de mayo del presente año, se cumplen 50 años de la muerte de Raúl Angel Toribio Scalabrini Ortiz. Hernán Brienza en un artículo que publicó en la Revista Caras y Caretas, lo describe como “cuentista, poeta, periodista, escritor, investigador, economista amateur, historiador revisionista y polemista”, y en esta descripción, no se dice, por ejemplo que haya sido diputado, ministro, o concejal de algún pueblo de su Corrientes natal, y claro que no, Scalabrini Ortiz, nunca ocupó un cargo público. Sin embargo, desde ese “subsuelo de la patria sublebada”, como solía decir, cuando se refería a las luchas, al dolor, a los sueños de los más humildes, de los que menos tienen, como pocos, contribuyó decididamente a la formación de una conciencia nacional y popular, al tiempo que combatió como un perro fiel, guardián y celoso, todas las manifestaciones del coloniaje que con la complicidad de nuestra oligarquía nativa, se instalaron por periodos, en el suelo argentino. Esa conciencia nacional que generó el pensamiento y la acción de Scalabrini, fue la que estableció para nuestro país, como objetivo supremo para todos los tiempos, la concepción profunda de una Argentina Socialmente Justa, Económicamente independiente y Políticamente soberana.
El pensamiento de Raúl Scalabrini Ortiz, no se sustenta, desde el intelectual que acumula conocimientos desde la teoría, encerrado en una biblioteca, y desde esa visión los expone, sino que se sustenta desde el hombre común que trata de interpretar la realidad que vive cotidianamente, de aquel “hombre que está solo y espera” en aquella porteña esquina de Corrientes y Esmeralda, desde el sentido común, desde la lógica de la calle. Desde este escenario, Scalabrini Ortiz, se constituye en uno de los referentes más genuinos del pensamiento nacional de mediados del siglo XX. Su sentido común, su claridad de pensamiento y su sensible corazón de argentino hasta los huesos, no admitió jamás que alguien que no fuera el Estado Nacional, se apropiara de los recursos naturales del suelo de la Patria, he aquí su pensamiento medular y estratégico que sabiamente recogen los constituyentes de 1949 para plasmarlo en aquel histórico artículo 40 de aquella gloriosa Constitución peronista, donde se establece entre otros puntos, que los minerales, las caídas de agua, los yacimientos petroleros y carboníferos, el gas y las demás fuentes naturales de energía, son propiedades imprescriptibles e inalienables de la Nación Argentina. Cuanto dolor, cuanto sufrimiento, cuanta angustia, nos hubiéramos ahorrado los argentinos, si esa sabia Constitución popular estaría hoy vigente, que dueños reales seriamos de nuestro país controlando y manejando esos recursos. No es casual, que alguna vez, el Gral. Perón, reconoció en Scalabrini Ortiz, al verdadero inspirador de la doctrina justicialista, tal vez recordando cuando en su època de Coronel por los años 1944/45, dando una conferencia sobre Política nacional y recursos estratégicos, recibió una servilleta de papel manuscrita, que rezaba: “Coronel, no se olvide de mis trencitos”, firmado Scalabrini Ortiz, el gran patriota se estaba refiriendo a la nacionalización de los ferrocarriles argentinos, por entonces en manos de los ingleses.
Scalabrini, murió joven, a los 61 años de edad, como consecuencia de un cáncer, obviamente no fueron los mejores los últimos años de su vida, no solamente por su terrible enfermedad, sino por los acontecimientos originados por el fatídico golpe militar del 16 de septiembre de 1955 que derrocó al gobierno nacional y popular de Juan Domingo Perón, a partir de entonces sufrió la persecución política, la cárcel y todos los padecimientos a que fueron sometidos dirigentes, trabajadores, intelectuales del campo nacional y popular como era su caso. Seguramente de haber vivido, hubiese sido un desaparecido más de la última dictadura militar que padeció nuestro país, porque aquellos representantes del terrorismo de Estado, no hubiesen tolerado, que semejante fuente de inspiración del pensamiento nacional, junto con Jauretche, Hernandez Arregui y Perón al que adhirió toda una generación de jóvenes de los años 70, siguiera manteniendo encendida la llama de esa utopía, para los tiempos que vendrían.
La oportuna y feliz iniciativa de nuestra Presidente Cristina Fernandez de Kirchner, de decretar al año2009 como el “Año de Homenaje a Raúl Scalabrini Ortiz” al cumplirse los 50 años de la muerte del patriota, no es un acto formal de cortesía a la usanza de la tilinguearía liberal, sino que es una decisión que se sustenta en la fuerte convicción y en la identificación plena con el pensamiento scalabriniano que tienen quienes conducen desde el 25 de mayo del año 2003 el proyecto nacional y popular, más allá de los aciertos y los errores, de las dificultades y tropiezos, propios de los grandes procesos de transformación.
Quiero terminar, estas modestas reflexiones que pretenden homenajear a Scalabrini Ortiz, con palabras de Hernán Brienza, que así lo caracterizaba: “...tenía su propia fe, fervoroza por cierto, y una religión. Una religión pagana, humilde, cotidiana. Esa religión era un profundo e incansable amor a su Patria”.-

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