jueves, 24 de octubre de 2013

ESTE CICLO RECIEN COMIENZA por Jorge Rachid


Ante los anuncios apocalípticos de los grupos hegemónicos de poder, anticipando profecías siempre incumplidas, sobre el cierre del ciclo económico-social-político iniciado por el peronismo en el gobierno en el 2003, es hora de decir con mayúsculas, que este modelo recién comienza.

 

La razones que justifican esta posición son las de valorar la primer etapa de estabilización y reparación nacional iniciada por Nestor Kirchner, que permitió desde la renegociación de la deuda externa hasta la puesta en marcha de memoria-verdad y justicia. Asimismo la reinstalación de los derechos laborales abolidos por el neoliberalismo y la puesta en marcha de la capacidad industrial instalada ociosa, ante la invasión de la lógica financiera extorsiva.

 

La segunda sin dudas ha sido la iniciada por Cristina Fernandez de desmontar, deconstruir el esquema estructural del neoliberalismo desde las AFJP hasta la Ley de Medios, desde la Reforma del Banco Central hasta la AUH, es decir desde la ampliación de derechos, "donde existe una necesidad, existe un derecho" decía Evita, hasta embestir contra los poderes dominantes por décadas, atados a intereses manipulados por los organismos de créditos internacionales, amparados en los países centrales, paraísos fiscales y medios de comunicación masivos, defensores a ultranza del neoliberalismo, que ha arrasado los países emergentes primero y los centrales después.

 

Esas dos etapas, en especial la segunda originó el reagrupamiento inmediato de los sectores de poder económico en la Argentina, que comenzaron a diagramar el desplazamiento del gobierno de este modelo económico, que restituyó al Estado Nacional a su verdadero rol de ordenador de los intereses populares a través del principal eje, que es la cultura del trabajo, superando una crisis inédita en el país que nos llevó al default, que gracias a estas políticas soberanas, hemos ido superando, cumpliendo estrictamente los pautado en las renegociaciones de deuda, contraída justamente por aquellos que quieren volver a ese modelo.

 

Por esa razón la discusión hoy transita en tres vertientes de de propuestas, algunas esbozadas, otras escondidas, otras ocultas que pretenden dar vuelta la historia.

 

La primera es de aquellos que quieren volver a la lógica que el dinero hace el dinero, es decir el esquema financiero por excelencia, que determina los servicios, la producción con lógicas perversas de división del mundo, buscando excelencia en la explotación y la sumisión de los pueblos, lo que ha producido un proceso de concentración de la riqueza a nivel mundial, único en el mundo.

 

La segunda de aquellos sectores devaluacionistas, cuyo único interés reside en garantizar, sin intervención del estado, los procesos exportadores, de espaldas al país real, erigiendo el viejo modelo de vacas gordas y peones flacos al decir de Don Atahualpa. Esa presión devaluadora licuaría salarios, cerraría industrias y marginaría a las mayorías populares de la pirámide social, como en los 90.

 

Esas discusiones que hubiésemos querido ver reflejadas en los cruces electorales, no se dan por estar escondidas en los pliegues del poder. De ahí que los ejes corrupción sospechada, gasto público como enemigo, inflación como distorsión económica, crisis energética que no existió pero mil veces anunciada, cepo cambiario, es decir defensa de las divisas a las necesidades del país, superar la crisis del sector externo con endeudamiento que después pagamos todos los argentinos, fueron algunos de los ejes fáciles y superficiales de campaña electoral.

 

Nada de la situación internacional, nada del UNASUR y la CELAC, ni del BRICS, nada del MERCOSUR y su ampliación energética con la incorporación de Venezuela, nada de la crisis de los países centrales, si en cambio críticas a la recuperación del patrimonio nacional recuperado como YPF y Banco Central, Correos o el espectro comunicacional como espacios soberanos. No sabemos acaso que el aéreo es Aerolíneas, el terrestre caminos y trenes y el marítimo reconstruir la Flota y los Puertos?

Los tres espacios junto a la investigación y el desarrollo con la repatriación de los 1000 científicos argentinos, a la investigación aplicada al desarrollo social y económico de nuestro pueblo, garantiza soberanía en las decisiones.

 

Esto lo ha realizado el peronismo desde sus inicios históricos, hoy los está transitando con las dificultades propias de las derrotas nacionales sufridas en manos neoliberales por décadas, hoy el movimiento obrero organizado junto a los empresarios nacionales en franco proceso de recuperación después de años de transnacionalización empresaria, que por monedas adquirieron empresas centenarias y emblemáticas del país, están produciendo una confluencia junto al estado nacional, que será la base de la construcción del futuro modelo social solidario y productivo del siglo XXl.

 

De ahí que este ciclo, recién ahora comienza, mal que les pese, en su construcción definitiva, en el marco de un proceso nacional y popular inclusivo y solidario con perfil latinoamericano, nuestro espacio estratégico de crecimiento y estabilidad nacional. En esta dirección se vota en las legislativas o se la enfrenta bajo propuestas camufladas de eticismo oligárquico.

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