La baja de retenciones a la soja, la eliminación de las
mismas para el resto del complejo agrícola y vacuno, duplico el déficit fiscal con
el que asumió el presidente Macri. Esa transferencia desde el conjunto de la sociedad
(42millones de Argentinos) a 70 familias, han sido el primer paso de la tarea
que le han encomendado a CAMBIEMOS luego de ganar las elecciones al
Kirchnerismo.
Esta medida articulada con la devaluación brutal del Peso
que de $8,60 pasó a la fecha a $14,80 provocó en los valores relativos de los
productos alimenticios y de servicios un reacomodamiento asimétrico porque el
gobierno se niega a convalidar el alza del costo de vida en los salarios de los
trabajadores.
La cobertura mediática con la que cuenta el presidente Macri
y sus socios ocupando cargos en todos los ministerios solo pueden compararse
con el blindaje que tuvo la aplicación del Plan Cóndor en Argentina cuando la
dictadura de 1976 tomo de facto el gobierno.
La otra pata de la apropiación del sistema democrático Argentino
por parte de las corporaciones es el silencio y el accionar direccionado que
tiene la justicia. La persecución ideológica judicial y también de las fuerzas
de seguridad apoyando acciones seudolegalizadas por algún juez, tienen una
coordinación propia de los viejos grupos de tareas.
No exagero si digo que en Argentina se ha instalado,
utilizando el voto popular para llegar de manera legítima, (solo llegar de
manera legítima) un plan sistemático de destrucción del Estado, de entrega de
las áreas estratégicas a las corporaciones, de desaliento de lo Nacional, de
desprestigio de la política como herramienta de transformación social.
Todo apunta a que, como dijo el presidente en uno de sus
discursos que no duran más de 5 minutos y repitiendo oraciones; que quiere que “Argentina
sea el supermercado del mundo”; definición ideológica si la hay.
El presidente quiere decirle al mundo que vengan a la
Argentina a servirse de lo que necesiten, somos una gran góndola donde se exhiben
los productos manufacturados y primarios que las grandes corporaciones fabrican
u obtienen con escasa mano de obra barata, con sindicalistas ricos y sin
sindicatos, con flexibles condiciones laborales que faciliten la renta y la
competencia entre potencias explotadoras que dirigen países satélites explotados.
Sabe el presidente Macri que la injusticia social y la exclusión
provoca violencia, a la que tiene previsto controlar con más violencia. La
finalidad es el disiplinamiento de trabajadores en blanco, ampliando la brecha
entre el 20% de la población con recursos y el 80% debatiéndose en búsqueda de alcanzar
niveles mínimos de subsistencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario