domingo, 14 de junio de 2009

Tengo una idea, votame y después te la cuento

Esta campaña para recambio de representantes del poder legislativo, no es una mas, pero tampoco será la ultima.
Que se confrontan dos modelos está claro, que en el medio de esos dos modelos que confrontan, hay ideas de minorías que apuntan a diferenciarse del oficialismo pero que en definitiva es de donde mas cerca ideológicamente se encuentran, también está claro.
También está clara la propuesta del gobierno que tantas resistencias activa en los distintos focos donde se ocultan los que ejercen el poder y que se oponen a la concepción de un estado con capacidad de decisión.
Con el triunfo del modelo oficialista lo que se viene, para ser grafico es el 50 y 50, si eso, eso que tantas resistencias genera, se viene la distribución equitativa de la riqueza. La distribución equitativa que ponga las cosas en un mejor estado de equilibrio, donde muchos sectores ahora dominantes van a tener que dejar de ganar tanto, no de ganar, pero van a tener que resignar posiciones en beneficio del bienestar general, tal cual lo define nuestra constitución.
Lo que en un curso de negociación se definiría como un esquema ganador-ganador y no como está funcionando ahora que se podría definir como, muchos perdedores - algunos empatadotes – pocos ganadores.
Mirando spot publicitarios, a algunos dirigentes políticos que se oponen al cambio, paradójicamente proponen cambio, pero sin exponer las ideas que tienen en carpeta, tal vez inconfesables en esta etapa. Solo falta para completar su ruego a ser votados, que pronuncien la famosa frase “síganme que no los voy a defraudar”. El significado de esa frase y las consecuencias que trajo la captación de votos por el sujeto que la pronunció, tienen mucho de parecido con la propuesta que subyace en las dos alianzas de oposición.
Es muy fácil inferir cual debe ser la propuesta de alguien que se opone por ejemplo a que Argentina tenga una línea de bandera, que cumpla con los servicios que los privados no ofrecen porque no son rentables. Es fácil inferir que piensa alguien que se opone a que el estado administre los fondos de los aportes jubilatorios, fondos que desde el estado no solo aseguran un salario cada vez mas digno para los jubilados y son además fuente de financiamiento para darle trabajo a los activos, dejando de entregar a corporaciones extranjeras los aportes de nuestros trabajadores para que especulen en el mercado financiero como si estuvieran en un casino de Las Vegas. ¿Que puede pensar alguien que no reconoce como valor del actual gobierno, las reservas del banco central? ¿Será de los que piensan que insertarse al mundo es endeudarse y para ello no se necesiten reservas? Con lo cual tener casi 50 mil palos verdes en el central no es negocio. ¿Que puede pensar alguien que no reconoce como valor de un gobierno, el haber logrado una quita de la deuda, desafiando el status quo impuesto por las corporaciones financieras? ¿Que se puede pensar de un político que defiende a los dirigentes que sometieron a un abucheo irrespetuoso a uno de sus máximos referentes cuando ejercía la presidencia de la nación en ocasión de visitar la exposición rural?
¿Que puede pensar un político que se opone al cambio del mapa de los multimedios que monopolizan la comunicación audiovisual, con la implicancia sobre la subjetividad de la población de semejante estructura oligopólica?
Como puede, tal cual lo menciona en un spot publicitario, querer convencer a la gente que la deben votar porque el votante tiene que estar cansado de que le digan “estas nervioso”, ¿No será mucha obsecuencia con el multimedios ese spot? ¿Si gobernara, como lo enfrentaría para discutir la regulación necesaria de los medios masivos? Poco serio lo de los políticos, que dejan librada su suerte a la estrategia de un publicista, vendiéndose ellos mismos como mercancía.
Que concepción utilitaria del estado que tiene esa gente, que pretende aplicar políticas de casas de comidas rápidas para gestionar y promocionarse.
Si nos gobernaran esos sujetos que representan lo que no dicen, no tengo dudas que la mayoría de los argentinos seriamos para ellos, las hamburguesas de su combo de medidas.
¿Votarías a lo que subyace?

1 comentario:

fuenteovejuna dijo...

Esa es la lectura de las campañas donde las propuestas no son concretas, aunque a algunos los pescamos en lapsus privatistas, y ahí se le ve la pata a la sota, la que venimos denunciando: quieren volver a sus dorados años 90