lunes, 16 de noviembre de 2009

Carta abierta a Tinelli

Usted que supo empezar de abajo, viniendo de un pueblo del interior de la provincia de Buenos Aires, a pelearle a la inseguridad de vida, buscando trabajo. Usted que con su esfuerzo pudo ir logrando esa tan ansiada seguridad de vida a la que aspira todo mortal. Usted, bien lo sabe, es un privilegiado. Su esfuerzo y por que no un gran golpe de suerte, que lo catapulto a la fama., hizo que el modesto trabajador se convirtiera en un empresario exitoso. No dudo de su honestidad para alcanzar la fama, pero tampoco dudo de que ese proceso lo ha llevado, aunque se resista a reconocerlo, a alejarse de ese hombre de pueblo, con valores muy profundos, para transformarse en lo que quien quiere ver puede, si no se deja llevar por el juego que proponen sus programas de televisión.
Hoy usted es un empresario con mucho poder económico y además con mucho poder de comunicación social. Tanto poder, mal usado, se transforma en una herramienta que puede causar mucho daño.
Usted que se hizo famoso, cargando a la gente con cámaras ocultas y ahora basa su negocio de lucro, aprovechándose de las necesidades de los que carecen de seguridad de vida. A usted señor, su narcisismo lo ha sesgado, usted se destaca como conductor de un programa tragicómico, pero si en cambio usted se cree capaz de mejorar la condición de vida de sus semejantes, el mejor medio, mal que le pese, es la política y en un estado de derecho como el que vivimos lo puede hacer si cree que tiene capacidades reales.
Usted que es tan creativo, seria deseable, pudiera resignificar el formato que repite noche a noche, por otro donde no se utilice la desgracia o carencia de nuestros hermanos para lucrar con su venerado DIOS RAITING.
Los necesitados, usted lo sabe, tal vez por un plan asistencial van a una marcha, mas aun a un programa de convocatoria masiva como el suyo. Que le digo con esto, que desde la función privada, usted hace lo que critica, sobre una de las peores maneras de hacer política. Usted le vende un sueño a distintos sectores de la comunidad, solo un sueño, logrando la identificación masiva que solo llena sus bolsillos de dinero.
Usted que tiene seguridad de vida, usa todas las carencias de quienes no la tienen, para enriquecerse. Lo suyo hace tiempo que dejo de llamarse trabajo, lo suyo es apropiación de las necesidades del otro para beneficio propio.
Estimado, usted que ahora da clases de ciudadanía , debería saber que la seguridad de vida es mucho mas que la posibilidad de ser asesinado por un tercero, implica también, el acceso al trabajo, a la salud, al techo propio, al alimento, al afecto, a la posibilidad de estudiar, de tener padres con trabajo, de sentirse amado, de sentirse perteneciente, de sentirse que se puede proyectar como persona y con todos esos y otros elementos, aceptar el pacto implícito , mas allá de las leyes, que implica vivir en sociedad y en democracia.
Si aun le queda algo de ese joven que supo ser, lo invito a resignificar su mirada sobre como un hombre poderoso como usted, debe trabajar por los que no tienen seguridad de vida. Tal vez eso implique bajarse del pedestal mediático que hoy le da sentido a sus días.

2 comentarios:

Cristian M. O. Rodríguez Páez dijo...

Excelente Alfredo!! gracias x compartirla!!! La publiqué en mi fcbk!!!! Abrazos!

Cristian
cristu33@gmail.com

Alfredo Castaño dijo...

GRacias a vos Cristian.

Abrazo
Alfredo