sábado, 31 de enero de 2009

Leche de soja ( mala)

Según un estudio del INTI, los grandes concentradores de granos y algunos más chicos que tienen alta propensión a cortar rutas y pedir baja de retenciones; tienen en distintos lugares del “campo” casi 16 millones de toneladas de soja depositadas en silos y silos bolsa, a plazo fijo.
Mientras tanto aprovechan la sequía histórica que les facilita el contexto
para pedir anulaciones de retenciones para el poroto mágico que hizo millonarios a algunos “emprendedores patrióticos”.
Hoy, la venta de parte de ese stock representaría aproximadamente 2000 millones de dólares y con las actuales retenciones gracias al “no positivo” tan festejado, una parte importante (35%) iría a las arcas del estado.
Es de público conocimiento que en nuestro país solo consumimos el 5% de la producción de soja. Eso hoy es una suerte, porque si los actuales desabastecedores de soja, se hubiesen dedicado a la producción de trigo a la misma escala, los argentinos estaríamos sufriendo un bloqueo alimentario por parte de los dueños de los granos.
La política y mas en este año electoral no es ajena a la situación, hay tantos intereses cruzados y complementarios que las discusiones o debates que nos muestran los medios que apoyan a los sojeros confunden tanto, que si el problema se agudiza o se prolonga en el tiempo, tal vez terminen haciendo enfrentar al pueblo contra el pueblo.
Los mismos que hoy están sentados sobre la soja, ya están articulando su ingreso a la política y si es posible al congreso en las próximas elecciones.
Cuando el gobierno se manejo por decreto o resoluciones, la demanda fue que querían mas democracia y por ende que las decisiones del poder ejecutivo fueran avaladas por el poder legislativo. De eso tomó nota el ejecutivo y el resultado fue la festejada derogación de la resolución 125 que tanta movilización había generado.
Haciendo caso de la misma demanda y con un rumbo definido, el gobierno sometió a la discusión en el congreso la recuperación de Aerolíneas Argentinas y también la recuperación del sistema de Seguridad Social que nos habían robado en la década del 90.
El triunfo de las ideas del poder ejecutivo en ambos casos emblemáticos en el congreso de la nación, apuró los acuerdos opositores para tratar de detener y no de mejorar el camino hacia una mejor distribución de la riqueza.
Ajenos a la especulación de los sojeros están las cooperativas y los pequeños productores regionales, siempre mencionados pero nunca representados por la autodenominada mesa de enlace. Para el que escribe, este parecería ser un momento histórico para que el estado le de impulso a los pequeños productores y vaya cortando la dependencia de los concentradores y sus codiciadas divisas. En definitiva la tierra, de donde surgen las riquezas, no se la podrán llevar. (Esto de las tierras da para un gran debate aun pendiente)
Si el estado apuntaría progresivamente a satisfacer todas las demandas del mercado interno con los pequeños productores, apoyándolos para que la actividad sea sustentable y además genere puestos de trabajo y movilice las economías regionales. Dejándole a los grandes concentradores la opción de la exportación que es lo único que les importa, por la cual deberán pagar las retenciones que equilibren la balanza de la sustentabilidad, estaríamos más próximos al objetivo por el cual el frente que gobierna gano las elecciones en el 2007.
La situación actual de acumulación y renta extraordinaria a cualquier costo, me recuerda la frase de un hombre común, que viendo pasar su vida, como conclusión dijo:

“El exceso de progreso trae el atraso”

Hoy en el campo, en los pueblos del interior, en las zonas mas desfavorecidas por la madre naturaleza, esa frase, para el que escribe, tiene 100% de vigencia.
Alfredo Castaño

1 comentario:

Anónimo dijo...

Prueba