El otro dìa, a raiz de la conmemoraciòn del aniversario de la muerte de San Martin, un amigo me preguntò si en nuestro presente como naciòn podia ver algo de la impronta de nuestro padre de la patria. Pregunta compleja, por dos razones a mi criterio. Por un lado, desde muy chicos nos mostraron en la escuela primaria a un San Martin, sobrenatural, ejemplar, con valores que deberian ser la guia de los ciudadanos formados con su ejemplo, pero que en la realidad, nos encontramos, como me decia mi amigo, con que nadie dice "quiero ser como San Martin". ¿Que nos pasò en el transito de nuestro aprender desde la escuela primaria hasta la adultez, que el padre de los valores mas supremos se nos quedò en el bronce? Una respuesta podria ser que la educaciòn formal se ocupa de que eso ocurra.
Que lindo seria, poder debatir ya en la secundaria y en los CBC de las universidades el contexto politico y de intereses cruzados con los que tuvo que lidiar nuestro primer Gran General.
Eso no le impidiò alcanzar objetivos que lo llevaron a consolidar la libertad politica Latinoamerica con los elementos del momento, con la lucha en los campos de batalla, cuerpo a cuerpo, con sables y bayonetas.
Otra razòn para hallar un San Martin en estas epocas es la diferencia de contexto, hoy las batallas por la libertad se libran en ambitos diferentes y es por eso que me animo a decir que hoy estamos atravezando un momento Sanmartiniano, hoy en nuestro paìs estamos peleando por la implementaciòn de una ley de medios que podria ser el equivalente al cruce de la cordillera porque con esa ley en ejerciciò, los argentinos ampliamos nuestras libertades al dejar de ser bombardeados por un gran formador de noticias, contenidos y con eso gran formador de subjetividades. Esa ley que desde los medios alternativos, muchos ya estamos ejerciendo con un trabajo hormiga, es la ley que de haberse sancionado años atras nos hubiese permitido enterarnos antes, por ejemplo, que un asesino es el principal ejecutivo del diario mas leido en el pais, asesino, con el cual los que aspiraan a disputarle el poder al gobierno actual, no tienen ningùn complejo en mostrarse en cenas de negocios.
Por eso pienso a este MOMENTO ARGENTINO como SANMARTINIANO, porque hoy mas que nunca, està en juego nuestra libertad y nuestra Independencia.
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