sábado, 13 de febrero de 2010

Que los que forman precio no nos quiten lo logrado


 
   De 3 millones y medio de jubilados pasamos a más de 5 millones de jubilados y  el 41 por ciento de esos jubilados son producto de la moratoria que impulsó el gobierno,  gracias a su poder politico, no el económico, el económico muchas veces se enfrenta obviamente al poder político cuando éste se alinea con los intereses populares. 

 Un nuevo sistema político  donde las decisiones -se esté de acuerdo o no se esté de acuerdo con ellas, se compartan o no se compartan- se toman en la Casa de Gobierno donde la gente cada 4 años deposita con su voto popular la confianza en aquellos dirigentes que cree que lo va a representar y defender, más allá de los gustos personales, más allá de los modales,  los intereses que ellos representen y defiendan en cada una de las decisiones que toman.
 
 El 41 por ciento de nuestros jubilados y pensionados eran hombres y mujeres que por distintas circunstancias de la vida o no les habían hecho los aportes, o se habían caído del sistema productivo, o habían formado parte de las privatizadas y luego no consiguieron trabajo, porque quedaron sin empleo en una edad en la que tienen mucha dificultad para conseguir un empleo estable.
 
Al mismo tiempo el aumento significativo de esos 150 pesos a estos casi 1.000 pesos, que significa casi un 500 por ciento de aumento desde el año 2003 a la fecha; ni qué hablar de las pensiones no contributivas, estamos casi en 1 millón de pensiones no contributivas, 906.000. ¿Saben cuántas había en el año 2003? 150.000, 160.000. Hablar también de la Asignación Universal por hijo que por primera vez en la historia igualamos a los chicos de aquellos que aún no han conseguido trabajo o aún tratándose de un empleo no registrado no tienen el Mínimo Vital y Móvil que, dicho sea de paso, es también el más alto, el Salario Mínimo, Vital y Móvil de los trabajadores en relación de dependencia de toda Latinoamérica.

 Todo esto por muchas cosas pero en primer lugar porque hubo un modelo que generó trabajo como ninguno.   los ingresos de la ANSES se tienen fundamentalmente a partir de las contribuciones de los trabajadores y de las contribuciones patronales. Si no hay trabajo en la Argentina no hay gestión en la ANSES, no por culpa de sus dirigentes o sus funcionarios, sino simplemente porque sus ingresos están atados directamente al nivel de actividad económica y el nivel de actividad económica tiene directa vinculación con el empleo registrado en la República Argentina.
  
Y esta Argentina, este piso mínimo-social de protección extendido desde el nacimiento de una persona hasta que se muere, porque la ANSES paga desde asignación prenatal, asignación universal por hijo, pensiones no contributivas, luego las pensiones o las jubilaciones, el seguro de desempleo también cuando se pierde el empleo, y finalmente cuando muere la persona también tiene un seguro y su viuda o su viudo sigue con la atención, un sistema integral sostenible y sustentable.  
Un dato importante para poder lograr mayor sustentabilidad: la recuperación para la administración del sector público de los recursos de los trabajadores argentinos cuando  se decidio terminar con el sistema las AFJP que  consistia básicamente  en que le sacarles los ingresos al Estado y solamente le dejaron los egresos.   qué economía,   puede funcionar si a ustedes les retiran lo que les ingresaba y los dejan únicamente con las obligaciones de pago.
 
Cualquier empresario,   un comerciante, un productor, cualquiera, ¿qué hace usted si le quitan su ingreso, su salario y solamente lo dejan a cargo de las deudas? Se funde, no hay otra posibilidad, y esto es lo que pasó en la República Argentina. So pretexto de formar un mercado de capitales, que cuando lo fuimos a ver en realidad no era ni mercado ni de capitales, era simplemente qué relación tenía cada empresa o cada sector con el gerente financiero de esa AFJP que decía la colocación de obligaciones negociables en tal o cual empresa. Hay empresas importantísimas en la República Argentina que nunca recibieron un peso y otras importantes que sí recibieron. Pero hubo un grado de discrecionalidad que nadie, absolutamente nadie puede negar. 
 
  Yo recuerdo que esto es producto de un modelo político y económico, porque no siempre fue así; estas son las decisiones de las que hablaba y que se tomaron  en la Casa Rosada. Porque hubo otras decisiones que se tomaron con respeto a   los jubilados, también en la Casa Rosada en otras épocas. En los años '80, cuando todavía no existían los decretos de necesidad y urgencia en la Constitución, ya se firmaban en la República Argentina -años '80, venía la democracia- decretos de necesidad y urgencia congelando los salarios jubilatorios.

 
  Las que se tomaron durante la década de los '90, precisamente privatizar los ingresos de los trabajadores, congelar las remuneraciones de pensionados y jubilados. Y después las que se tomaron ya a fines de 1999, 2000.  

  Se acuerdan lo que era mediáticamente la Argentina en 1999 cuando se decidía la elección presidencial? Parecía que llegaban los transformadores y los salvadores de la patria. Presentaban todo con un moño maravilloso y papel celofán, ningún periodista, ningún medio indaga acerca de cómo se iban a hacer esas cosas que se prometían y que después, no solamente no fue cumplida ninguna sino que la Argentina estuvo prácticamente al borde de la extinción.
 Alguna vez deberemos analizar también la responsabilidad de todos, de los que escriben cosas que saben que no son ciertas, de aquellos que evitan preguntar cosas que sí les preguntan a unos pero no les preguntan a otros, porque saben que no hay respuesta, y saben que si hay respuesta no es la políticamente correcta ni la que va a buscar votos.
 
Entonces uno se pregunta cuánta responsabilidad tenemos también muchas veces nosotros mismos como sociedad, de no pensar, mirar o reflexionar un poquito más allá de lo que nos dicen desde una pantalla de televisión, desde una radio o una página de un diario. No le echemos tanto la culpa a la política, muchas veces nos mienten porque no nos gusta escuchar la verdad. Cuando uno no está dispuesto a escuchar la verdad siempre va a encontrar gente dispuesta a mentirle.


Y me acordaba de aquel 1999, del año 2000,cuando vino la reducción de los salarios de los trabajadores y de las pensiones, algunos hasta pensaron que era posible solucionarles el problema a los argentinos reduciendo el presupuesto a las universidades. Hoy en esta Argentina, también podemos decir con mucho orgullo que nunca, nunca, los trabajadores de la educación universitaria, los profesores, los científicos del CONICET tuvieron los ingresos que hoy tienen en la República Argentina y también es porque le hemos dado un lugar muy importante al conocimiento y a la ciencia, porque sabemos que esa es la otra gran pata que necesitamos en una economía que ha sido maravillosa en nuestro país porque hemos tenido los dones de la tierra, hemos tenido los dones de poder tener un país que produce muchos alimentos para el mundo pero tenemos que agregarles mucho valor, mucha ciencia y mucha tecnología.
 
Todas estas cosas no son producto de la magia ni de la casualidad, son producto de decisiones, de políticas que se adoptan en la casa de gobierno .

 
Hoy podemos ver, frente a un mundo que se derrumba, un Fondo Monetario que anda haciendo las mismas recomendaciones que hacía por aquí durante el año 2000, porque aquellas recomendaciones no crean que se les ocurrían a los que estaban dentro de la casa de gobierno, no, sería malo también decir eso, se les ocurrían a los de afuera. 

 
Resumen de un discurso de Cristina Fernandez de Kirchner

  
 

 


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1 comentario:

Ester Lina dijo...

Cuando hay dinero circulante, más de lo habitual, los empresarios y los intermediarios hacen plata fácil. La solución es invertir para producir más, ya que esta eventual mejora en los salarios de la gente, va ir in crescendo. No pueden vender lo mismo que tienen a los pocos que eran su mercado. Hay muchos pícaros por acá... y con sus aumentos licúan los aumentos de los salarios. Bah! Siempre el hilo se ha cortado por lo más delgado. Por los trabajadores.
Te saludo