lunes, 20 de agosto de 2012

Movimientos Sociales, un remedio para la Democracia


 Los partidos políticos son las organizaciones institucionalizadas dentro de las cuales se desarrollan los líderes que pugnan en elecciones democráticas por llegar a ocupar los cargos públicos que se ponen en juego. En su interior, pueden tener infinidad de agrupaciones o grupos de interés que participan en la vida social de su zona o temas de interés, pero a su vez pueden estar afiliados al partido con el cual coinciden ideológicamente. También pueden encontrarse dentro del partido, sectores de movimientos sociales (representantes de trabajadores, de grupos ecologistas, de desocupados, etc.). Los partidos políticos son los instrumentos formales para que el Estado se provea de cuadros para ocupar puestos que se elijen por el voto popular. Otra función de los partidos políticos es la de diseñar políticas que servirán como plataforma para ofrecer a la ciudadanía  en los actos electorales. También es importante  el rol de oposición, al partido que resulte ganador en la contienda democrática. Una oposición seria y comprometida institucionalmente, refuerza la estabilidad de los Estados,  independientemente de los cambios de gobierno.
Podríamos decir que para acceder a un cargo ejecutivo o legislativo, un político debe cumplir, con  un aspecto constitutivo, que tiene que ver con su afiliación y pertenencia a un partido político.
Los movimientos sociales, si bien en nuestro país en particular han tenido en las últimas décadas un  importante protagonismo, logrando organización e institucionalización, no son el ámbito por medio del cual y  de manera directa, sus miembros y lideres puedan participar en las elecciones para ocupar cargos públicos. Eso no los limita para ser actores relevantes de las interacciones sociales; sus capacidades de movilización pueden producir cambios en la dirección que se imprimen a las políticas públicas del gobierno.
Han sido los emergentes, que lograron instituirse como movimiento, canalizando las demandas sociales con prácticas políticas de protesta por medio de movilizaciones y piquetes cuando los partidos políticos no estaban a la altura de las necesidades por las que atravesaba la sociedad.
Hoy tanto los partidos políticos como los movimientos sociales son actores necesarios en el proceso democrático. Resultan complementarios para una democracia que permanentemente lucha por consolidarse. Entre las dos esferas (formal e informal) de la política, promueven la participación de las mayorías. Ambos son espacios de pertenencia de los actores que se involucran con los procesos políticos de manera más activa.
Las democracias de hoy no pueden pensarse sin movimientos sociales que como actores colectivos representan a quienes pueden verse afectados o no alcanzados por las políticas públicas.

No hay comentarios: