viernes, 13 de abril de 2012

LA CONTRAOFENSIVA MITRISTA por Hugo Presman

 


 







Radio Mitre ha fortalecido y homogenizado su programación. Sintonizar la emisora del grupo Clarín es ingresar a un país donde la inseguridad impide transitar por calles y rutas, la corrupción cubre el territorio nacional, la inflación camina hacia la híper, los opositores son seres angelicales que caen inevitablemente en la tela de araña depravadora del kirchnerismo, las calles están tomadas por los piqueteros que impiden a los honestos ciudadanos llegar al trabajo, los subtes están copados por los punguistas, los empresarios son maltratados por el Secretario de Comercio, el mundo nos ignora, los capitales no llegan y los que están huyen, la Presidenta tortura diariamente a través de arengas propaladas por la cadena nacional, los muertos quedan abandonados en las calles, La Cámpora se adueña del país, los países desarrollados planifican nuestra expulsión del planeta, mientras el gobierno duda si girar a la derecha o al chavismo, todo ello en medio de una feroz censura de prensa que sólo por ahora permite que todo esto se diga en los cuatrocientos medios del grupo hegemónico. A través de la valiente posición del seleccionado periodístico mitrista, los ciudadanos argentinos pueden enterarse que el suicidio colectivo puede posponerse hasta el 2015, cuando el sol macrista u otra alternativa que recupere el libre ejercicio del mercado desplacen 12 años de barbarie populista. Si alguien sintoniza los noticieros cada treinta minutos, tendrá un resumen compactado de la última media hora con una modulación alarmista capaz de destrozar los nervios de un gandhiano.
Los hegemónicos que abogan por la libertad de mercado, en un hábil ejercicio de prestidigitación, se vuelven ecologistas en la megaminería cuando ellos contaminan con Papel Prensa y alteran el medio ambiente en su intento por construir una represa en Corrientes para regar campos de arroz privados; los que fueron cómplices del genocidio lloran lágrimas de cocodrilo sobre injusticias actuales irresueltas; los que han ahogado durante años la competencia en los medios se proclaman víctimas de la ley de medios audiovisuales.

INTENTANDO DESPLAZAR A RADIO 10

En 1995, un grupo integrado por Daniel Hadad, su mujer, el abogado Oscar Salvi, Raúl Fernández, y Marcelo Tinelli se apropiaron indebidamente de la frecuencia de la radio de la Ciudad, en una licitación más que sospechosa. Rápidamente el grupo se desintegró y sólo quedó en la titularidad de la frecuencia el matrimonio Hadad. La emisora empezó a transmitir en enero de 1998 en un lugar privilegiado del dial y con una potencia muy superior a la aprobada. Su programación homogénea, su excelente calidad sonora, la buena y creativa sincronización radial, la ubicaron en  18 meses en el primer lugar de la audiencia, ubicación que detenta hasta ahora. Pero el motivo central que explica esta victoria es que el dial estaba fragmentado en distintas radios de diferentes grados de “progresismo”, y la 10 venía a dar respuesta con su discurso de derecha brutal  a un mercado de alrededor del 30%. Mientras las otras emisoras dividían su audiencia, la 10 ocupaba una franja no abastecida y le proveía de las muletillas y  falacias que querían escuchar.
Hoy Radio Mitre intenta aglutinar a todo el público visceralmente opositor, para lo cual ha convocado a un seleccionado de periodistas del establishment que son presentados y autoproclamados como independientes o profesionales. Cualquiera que escuche la emisora por un breve lapso, con criterio precisamente profesional, podrá dar fe que pocas veces se puede dar una muestra más clara de periodismo militante. Por supuesto que el calificativo de militante es usado como defensa de intereses o posiciones ya sea gubernamentales o de grupos privados. Los periodistas de Radio Mitre tienen todo el derecho de defender lo que defienden, pero es inadmisible que se digan independientes. Así como 6-7-8 fue una respuesta mediática a la hegemonía comunicacional desnudada durante el conflicto de la resolución 125 que tiene la sinceridad de no posar de independientes, los periodistas de la contraofensiva mitrista se visten con ropajes que ocultan los intereses del contenido.
LA CONTRAOFENSIVA MITRISTA
Clarín y sus medios han perdido mucho más credibilidad que disminuido su potencialidad económica. Intenta  ahora dar batalla radialmente a la ofensiva oficialista y agujerear la línea de flotación del gobierno. 

La incorporación estelar ha sido Jorge Lanata quien hace el pase con Samuel “Chiche” Gelblung, el propagandista de la dictadura establishment- militar. Que este sea uno de los periodistas actuales mejor pagos de la Argentina, revela -aparte de su inimputabilidad verbal- que para franjas importantes de la sociedad argentina, verdad, memoria y justicia no integra su bagaje ideológico.
Un Lanata devaluado por contradicciones inexplicables y análisis pedestres, aporta para el público al que se dirige su credibilidad pasada y el indudable ingenio que lo caracteriza. Ha intentado en los primeros dos meses presentarse irónicamente como un servil de Héctor Magnetto y de la Corpo, expresión popularizada por 6-7-8. La argucia es inteligente: no pudiendo explicar su ingreso al multimedio que criticó con valentía y anticipación, justifica su cambio exagerando su dependencia actual hasta convertirla en no creíble. Desde ahí se reinició, en el primer programa, la ofensiva sobre Boudou en el caso Ciccone, en donde el multimedio a través del periodista de Clarín Nicolás Wiñazky presentó las denuncias de la ex mujer de Alejandro Vandenbroele.
La próxima presencia televisiva en Canal 13, del ex participante de la revista porteña, con un despliegue publicitario intenso, demuestra con claridad como el antiguo adversario de Clarín ha pasado a ser el as de espada del emporio de negocios de Magnetto- Herrera, para seguir conservándolo. Resulta entonces imprescindible para  el grupo, seguir postergando la aplicación integral de la ley de medios audiovisuales y erosionar al gobierno. Todo ello bajo la bandera del periodismo independiente y profesional.                      
Desde la incorporación del ex director de "Página 12" y" Crítica de la Argentina", Ernesto Tenembaum ha fortificado su posición combativa dejando de lado su pretendido y falso equilibrio, ese que puede apreciarse sin maquillajes en sus incursiones por el mundo twiter. De manera que la incorporación de Lanata ha potenciado a Tenembaum, permitiéndole superar sus dudas. Algunos podrían llegar a afirmar que contra las incertidumbres, dos o tres cucharadas diarias de Lanatil producen resultados satisfactorios, mejorando significativamente los sonidos del Clarín.
El desplazamiento de Nelson Castro de la hora del regreso a la primera mañana, permite despertarse con un sermón moralista, cuasi religioso, inmaculado, que desde una tarima impoluta, distribuye  una mirada benevolente con críticas marginales a la oposición y a los grupos económicos y ataques duros, algunas veces justificados, al gobierno. Su pase con Gelblung forma parte de lo más bizarro de la radiotelefonía. Es el encuentro entre alguien que asume el papel de predicador liberal puro  y otro que sobreactúa su papel de atorrante. La incomodidad del primero encaja con la desfachatez del segundo. La hora del regreso la cubre ahora Marcelo Zlotogwiazda, cuyo equilibrio en este difícil escenario radiofónico es meritorio. Tal vez, intencionadamente o no, su programa se llama “La otra pata”. Y si sobrevivió a esta dosis mortal y algo se desintoxicó con Marcelo, recibirá otra dosis potenciada con “Lo que queda del día”, con Horacio Caride y Alejandra Gallo. Es posible que queden aún noticias desagradables de un país que a esta hora del día seguramente ya ha estallado.
El sábado, si Ud. es un adicto a Mitre, no se quedará sin el menú de caos, desastres y opiniones apocalípticas. Ahí está, formando parte del inventario del multimedio, su fiel empleado Marcelo Bonelli y sus presagios de infortunios varios. Y a las 10,30, llega otra incorporación estelar, la de José Pepe Eliaschev.
Faltan algunos jugadores que están desplegando posiciones parecidas en Radio Continental como Magdalena Ruiz Guiñazú acompañada de Edgardo Alfano (la pareja televisiva de Bonelli) y el dúo de larga duración integrado por Fernando Bravo y Alfredo Leuco.  El día que se sumen a la grilla mitrista, junto a Mariano Grondona, actualmente en Radio 10, el apocalipsis habrá adquirido carta de ciudadanía argentina.
Prácticamente todos los periodistas radiales tienen programas televisivos en algunas de las bocas de expendio del multimedio. Uno de los que desertó de las mieles de las posiciones dominantes, el periodista Gustavo Sylvestre, durante muchos años uno de los referentes de “A dos voces”, periodista fiel que gustaba alardear de la independencia  y profesionalidad de la que hoy  se enorgullecen los integrantes de la actual grilla, cuando abandonó las huestes de Herrera- Magnetto, denominó significativamente su programa “Con voz propia”.     

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