viernes, 24 de agosto de 2012

Defendamos la Democracia de los Neogolpismos


En América Latina en general y en Argentina en particular, las transiciones democráticas han sido una constante, dado que se han repetido en distintos periodos. Regímenes autoritarios, transiciones democráticas, democracias, crisis y nuevos regímenes autoritarios han sido el modelo histórico que predominó.
Atribuir esos  cambios cíclicos solo a los militares que han sido los que por la fuerza asumían el rol activo de interrumpir el proceso de consolidación democrática, es quedarse a mitad de camino en la interpretación. Los militares como grupo de presión han sido uno de los actores; otros han sido los grupos de interés con mucha capacidad para transformarse en grupos de presión, por ser los dueños de los medios de producción, por contar con muchos recursos económicos y por sus alianzas nacionales y transnacionales. Esa asociación política, económica, ideológica y armada, permanentemente fue un obstáculo para que la Democracia se consolide.
Históricamente las transiciones se inician cuando un régimen autoritario comienza a conceder algunas libertades civiles como el de ejercer demandas y protestas contra el régimen sin ejercer brutal represión. Siguen cuando se amplían las libertades civiles, llegándose a la realización de elecciones libres, con voto universal y el funcionamiento de un gobierno elegido por el pueblo con el funcionamiento de todas las instituciones formales.
Alcanzado este estadio formal de gobierno democrático, el gran desafío comienza a ser su consolidación. Para lograrlo no alcanza con convencer a los militares que su rol debe entenderse como una institución al servicio de la Democracia, la sociedad en su conjunto debe convencerse que es la Democracia, aunque imperfecta, es la forma de gobierno que está en mejores condiciones de satisfacer las demandas sociales que se generan producto de la interacción, es decir corregir las inequidades que inevitablemente se generan.
El avance de los procesos democráticos en la equiparación de derechos postergados para algunos sectores de la sociedad, puede y de hecho producen reacciones en otros grupos que sienten afectados sus intereses y llegado ese momento, no renuevan o no demuestran su real compromiso democrático. Comienzan a ejercer presiones sectoriales que atentan contra la consolidación democrática.
En la actualidad, los golpes ya no se dan por intermedio del brazo armado militar, hoy vemos como en América Latina y dentro de las instituciones democráticas se crean las condiciones políticas y sociales para propiciarlos. Los medios masivos de comunicación pasaron a tener un rol mucho más activo que antes, su alcance y penetración social los hacen en gran medida formadores de subjetividad social y de esa manera buscan darle legitimidad al cambio de rumbo que se le quiere imprimir al gobierno. Esta nueva modalidad o dispositivo la podríamos incluir dentro de lo que se denomina neogolpismo.
El surgimiento de movimientos sociales que interpreten estas realidades históricas y cuestionen los nuevos dispositivos antidemocráticos puede ser el contrapeso social necesario para la consolidación democrática.
En definitiva, aunque consolidada, la Democracia siempre se verá amenazada por esa tensión natural de los distintos grupos de presión social y de su real compromiso democrático.
Cuando la sociedad madure, acepte las tensiones, pero no dude de los beneficios de la vida en Democracia, podremos decir que el golpismo en sus diferentes maneras, ha sido una historia superada.

lunes, 20 de agosto de 2012

Movimientos Sociales, un remedio para la Democracia


 Los partidos políticos son las organizaciones institucionalizadas dentro de las cuales se desarrollan los líderes que pugnan en elecciones democráticas por llegar a ocupar los cargos públicos que se ponen en juego. En su interior, pueden tener infinidad de agrupaciones o grupos de interés que participan en la vida social de su zona o temas de interés, pero a su vez pueden estar afiliados al partido con el cual coinciden ideológicamente. También pueden encontrarse dentro del partido, sectores de movimientos sociales (representantes de trabajadores, de grupos ecologistas, de desocupados, etc.). Los partidos políticos son los instrumentos formales para que el Estado se provea de cuadros para ocupar puestos que se elijen por el voto popular. Otra función de los partidos políticos es la de diseñar políticas que servirán como plataforma para ofrecer a la ciudadanía  en los actos electorales. También es importante  el rol de oposición, al partido que resulte ganador en la contienda democrática. Una oposición seria y comprometida institucionalmente, refuerza la estabilidad de los Estados,  independientemente de los cambios de gobierno.
Podríamos decir que para acceder a un cargo ejecutivo o legislativo, un político debe cumplir, con  un aspecto constitutivo, que tiene que ver con su afiliación y pertenencia a un partido político.
Los movimientos sociales, si bien en nuestro país en particular han tenido en las últimas décadas un  importante protagonismo, logrando organización e institucionalización, no son el ámbito por medio del cual y  de manera directa, sus miembros y lideres puedan participar en las elecciones para ocupar cargos públicos. Eso no los limita para ser actores relevantes de las interacciones sociales; sus capacidades de movilización pueden producir cambios en la dirección que se imprimen a las políticas públicas del gobierno.
Han sido los emergentes, que lograron instituirse como movimiento, canalizando las demandas sociales con prácticas políticas de protesta por medio de movilizaciones y piquetes cuando los partidos políticos no estaban a la altura de las necesidades por las que atravesaba la sociedad.
Hoy tanto los partidos políticos como los movimientos sociales son actores necesarios en el proceso democrático. Resultan complementarios para una democracia que permanentemente lucha por consolidarse. Entre las dos esferas (formal e informal) de la política, promueven la participación de las mayorías. Ambos son espacios de pertenencia de los actores que se involucran con los procesos políticos de manera más activa.
Las democracias de hoy no pueden pensarse sin movimientos sociales que como actores colectivos representan a quienes pueden verse afectados o no alcanzados por las políticas públicas.

sábado, 18 de agosto de 2012

El Reino Unido Amenaza.........


Una vez que el Gobierno ecuatoriano decidió conceder el asilo al fundador de Wikileaks, Julián Assange, quien se mantenía en la Embajada del Ecuador en Londres, el canciller Ricardo Patiño, explicó que se han examinado todos los argumentos del caso y reiteró su rechazo a la posible amenaza de incursión británica en la Embajada ecuatoriana en Londres.

La tarde de ayer en conferencia de prensa, el canciller Patiño convocó a los medios de comunicación por este motivo y rechazó contundentemente el documento de Reino Unido en el que se amenazaba a Ecuador con una posible incursión por parte de ese país contra la Embajada ecuatoriana.
Sobre el mismo tema, hoy en la mañana, ratificó la posición ecuatoriana y la respectiva queja pública y especificó que ninguna ley local o nacional puede servir para emitir mensajes amenazantes. "Ecuador solicitó inmediatamente a Alba, Unasur y Oea, para tratar esta amenaza", reiteró Patiño.
Según informó el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio e Integración, la Embajada del Reino Unido hizo llegar una Ayuda Memoria con la que amenazó al Gobierno del Ecuador con tomar acciones para arrestar al señor Julián Assange en las instalaciones de la Embajada del Ecuador en Londres, respaldándose en una norma de carácter interno como es la Ley de Instalaciones Diplomáticas y Consulares de 1987.
En este sentido, el Gobierno ha considerado que la actitud británica constituye una violación de expresas normas del derecho internacional que obligan a los Estados a solucionar sus diferencias apelando a los medios de solución de conflictos previstos en el derecho internacional.
El Gobierno reiteró que los locales de las misiones diplomáticas gozan de inmunidades reconocidas ampliamente por la comunidad internacional. Por tanto, en ningún caso es lícito penetrar en la sede diplomática ecuatoriana para arrestar a un refugiado político.
El ministro Patiño, agradeció públicamente el apoyo de varios países y anunció que la Cancilleria no ha recibido comunicación alguna por parte de Reino Unido tras el citado mensaje.
El ingreso no autorizado de cualquier autoridad británica al recinto de la Embajada del Ecuador sería una violación flagrante del artículo 22 de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, así como del Artículo 2.4 de la Carta de las Naciones Unidas que prohíbe expresamente a los Estados el uso de la fuerza y la amenaza del uso de la fuerza, así como de los principios consagrados en el derecho internacional, como es el caso de la no injerencia; el respeto a la soberanía y el de fiel cumplimiento de los tratados internacionales.
Juilán Assange, entre otros reconocimientos, fue el ganador de los Premios Amnistía Internacional de los Medios Británicos en 2009, por la exposición de asesinatos extrajudiciales en Kenia.

Fuente: Gobierno de Ecuador

domingo, 12 de agosto de 2012

La esclavitud se implantó en Europa

La crisis global generada por la avaricia de los ricos que controlan al mundo, sentados en  mesas de reuniones que no estan en casas de gobierno, pero que los tienen a estos como funcionarios bien pagos, está demostrando que en nuestra querida Europa (digo querida por los pueblos y no por sus dirigentes) sigue sometida a una disfrazada monarquia que trata a los pueblos como subditos. Que dejen de hablar de Democracia, están muy lejos de ella.
De las medidas de ajuste a volver a implantar la esclavitud, las diferencias solo pasarán a ser semanticas. En la práctica ese será el resultado.
Tienen la plata, las armas, los medios de comunicación, los medios de producción. Tienen a los pueblos de rehenes.
Los imperios europeos, se han recargado y con otros dispositivos, están dañando al mundo.

viernes, 10 de agosto de 2012

Democracia para todos y todas


La democracia por sí sola, adoptada como modalidad de gobierno, no puede definir las condiciones de funcionamiento de una sociedad, podríamos pensar que otras formas de gobierno también estarían en condiciones de producir practicas aceptables para la cotidianeidad de los ciudadanos. Independientemente de ello, en la actualidad existe un elevado consenso a nivel mundial respecto de los beneficios que promueve la democracia como forma de gobierno. Al punto que el concepto se traslada a otras esferas de la vida cotidiana. Se puede ser democrático como rector de una universidad, como padre de familia, como jefe, etc. La modalidad democrática es entendida como la mejor practica de interacción social.
En definitiva, ser democrático es lo que socialmente se espera de una persona, institución no gubernamental, partido político y gobiernos. En el caso que más nos interesa y que tiene que ver con los Estados,  que la forma de gobierno adoptada sea  la Democracia tiene un alto consenso tanto interna como  internacionalmente.
Ahora bien, para hablar de Democracia en términos concretos, no basta con que un gobernante se defina como demócrata y que manifieste discursivamente buenas intenciones.
Para que la Democracia se cristalice institucionalmente, se requiere que la sociedad en su conjunto tenga  derecho al voto universal, sin proscripciones de ninguna índole racial, política, religiosa, etc. Que se realice por periodos que aseguren renovación de cargos y la división de poderes que permita el control entre los mismos (Ejecutivo, Legislativo, Judicial). Estos componentes son los llamados “aspectos constitutivos “indispensables,  pero no suficientes.
Los gobiernos comprometidos con procesos democráticos deben además promover en sus sociedades, condiciones que garanticen la igualdad de oportunidades a todos los habitantes en las distintas esferas, entre ellas, la salud, la educación y  la económica. Todos los ciudadanos deben poder participar mediante prácticas sociales, en la construcción colectiva de la sociedad de la que han decidido formar parte. Estas características se denominan las “condiciones de aplicación”. Son las que realmente promueven la libertad de expresión, la libre participación y asociación para que se conformen los diferentes grupos de interés, tan necesarios en las sociedades actuales,  como las instituciones formales del aparato estatal.
Una buena articulación entre los atributos constitutivos y las condiciones de aplicación parecería ser lo que deberían perseguir los gobernantes honestamente comprometidos con la democracia. Alcanzar este objetivo no los liberará de las naturales tensiones de la vida en sociedad, pero creará las condiciones para que la democracia se afiance.
Dicha articulación no se puede lograr si la democracia solo alcanza la instancia formal. Si no promueven prácticas sociales participativas, solo será un instrumento para que un grupo restringido y con intereses sectoriales sean elegidos formalmente. Esa democracia, en tiempos de globalización podría generar condiciones indeseables para la calidad de vida de los pueblos involucrados.
El equilibrio democrático se alcanza cuando toda la sociedad puede participar, desde su grupo de pertenencia, en la discusión colectiva de lo que se define como interés general. Esa práctica colectiva, esa poliarquía, tal vez sea lo más cercano a la asamblea popular con la que soñó J.J.  Rousseau.
Podríamos pensar en una sociedad con gobernantes y gobernados, como una unidad de interacción permanente. Gobernantes desde sus puestos institucionales y gobernados desde sus grupos de interés que como grupo de presión hacen visibles sus demandas respecto de la realidad que ellos interpretan.
Representantes institucionalizados y representantes surgidos de las condiciones de aplicación.

miércoles, 1 de agosto de 2012

Rompe tus cadenas

Si tu fuente de información es un medio que enfrenta permanentemente a todas las políticas publicas, desacreditándolas y sin encontrar elementos positivos en ellas, estimado amigo, si esa fuente la lees de manera acrítica, estás muy cerca de la peor ignorancia humana, la de las personas que creen ser gente informada y democrática. Pasaste a ser un objeto que recibe información solo para repetirla, deshumanizado y con poca idea de cuál es tu lugar real en la escala social (tu clase) de tu tiempo y espacio.
Estás a tiempo, rompe tus cadenas.